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Marrón Glacé, el regreso fue una teleserie de Canal 13, transmitida durante el primer semestre de 1996. Protagonizada por Fernando Kliche, Katty Kowaleczko, Aline Kuppenheim, Gloria Münchmeyer y Tomás Vidiella. Secuela oficial de la teleserie Marrón Glacé, emitida en 1993. Con guiones originales de Fernando Aragón y Arnaldo Madrid, más la dirección de Óscar Rodríguez, los mismos que se encargaron de adaptar y dirigir la primera parte, se trató de darle continuidad a lo trazado como el final definitivo de la novela anterior, incluyendo a gran parte de los actores del elenco anterior así como nuevos personajes. La segunda parte de la exitosa teleserie no tuvo el suceso en rating deseado así como la recepción del público, marcando 17,2 rating contra los 27,6 puntos que registraba de promedio Sucupira de TVN.

Historia

Si pensabas que los líos amorosos, amistades, secretos y reconciliaciones que nacieron y se descubrieron en el elegante e intímo Marrón Glacé quedaron en el pasado, pues piénsalo dos veces, porque este festín de emociones continúa con una nueva historia y nuevos invitados para deleitarse con esta gala donde todos sus personajes, ricos, pobres, jefes, garzones, dejarán abierto sus corazones para que todos degusten de una nueva historia distinta, donde la mesa ya está servida.

Cinco años han pasado desde los trágicos hechos que marcaron la vida de Cló (Gloria Münchmeyer) y de sus hijas. Muchas cosas han cambiado en este tiempo y todas han optado por salir adelante en sus vidas, cada una en su camino; la mayor de las hijas se fue a vivir a Atenas, Grecia, mientras que la menor intenta componer su abatido corazón y rehacer su vida en paz. Doña Cló ha masificado el concepto del salón de eventos Marrón Glacé y ahora cuenta con varias sucursales, que han incrementado su patrimonio, transformándola en toda una empresaria, que cuenta entre otras cosas, con el privilegio de mandar a su chef, Pierre La Font (Felipe Armas) a un curso gastronómico todo pagado a la bella París, capital del romance. Pero no es precisamente un amor de viaje lo que encontrará el estricto y amanerado cocinero, sino que una ola de sorpresas al ver tranquilamente caminando por las calles del centro, a lo que podría ser perfectamente un fantasma: Octavio (Fernando Kliche). El mismo Octavio, ex garzón y administrador del Marrón Glacé que desató pasiones y envidias entre las hijas de su jefa, movido por una venganza, y que dejó una huella irremplazable en el personal del salón, pero, ¿no se suponía que había muerto por un disparo que hace cinco años le provocó su tía Nina (Sonia Mena)?

Todo esto podría sonar una locura gigantesca, pero Octavio sí está vivo, y su muerte fue un engaño que junto a doña Cló maquinaron para que él se alejara definitivamente de la vida de todos. El canoso galán ya no le podrá ocultar por mucho tiempo a Pierre la verdad de las cosas, como tampoco a toda la gente que sufrió por su falsa muerte, como sus amigos, y sobre todo Vania (Katty Kowaleczko), el gran amor de su vida a quien le había entregado su corazón y prometido la luna y el sol, y un viaje para dos rumbo a Brasil, que se vieron truncados ante su supuesto fallecimiento. Vania ha intentado con esfuerzo, trabajo y el apoyo de todos, de olvidar lo que vivió con Octavio, sobre todo con la fuerza que le da Camila (Nathalie Migliorelly), la hija que tuvo con él y su razón de existir. La hija de Cló también se ha dado en el último tiempo una nueva oportunidad al amor, al conocer al encantador Marco (Enrique del Valle), que posee una estupenda relación con Camila, pero que la llegada intempestiva de Octavio volverá a desordenar todo lo que tenía construido, como a entorpecer el trabajo y las vidas de quienes fueron su amigos, cómplices y que lo acogieron con los brazos abiertos.

Octavio retorna a Chile, más acompañado que nunca, ya que con la bella Margot Derville (Aline Kuppenheim), su más reciente conquista de los días parisinos, nadie puede sentirse solo. La mujer no es ninguna ingenua y pronto se dará cuenta de la historia que hubo entre su actual novio y Vania, y utilizará todo lo que esté a su alcance para que nadie aparte a Octavio de su lado, hasta su propia vida. Llegará un momento en que Octavio querrá volver a estar con Vania, sobre todo ahora que sabe que tiene una hija con ella, pero el corazón de la mujer sufrió mucho y el haberla engañado tanto tiempo, le saldrá muy caro para obtener un perdón suyo.

Centrándonos en el funcionamiento del mítico Marrón Glacé, se ha nutrido de jóvenes emprendedores que intentan congeniar con el rebaño más antiguo de trabajadores, como el que forman Julio (Samuel Villarroel), Néstor (Roberto Poblete) y Óscar (José Secall), que se ha convertido en el nuevo metre del salón, al emigrar el anterior a la competencia, cuya amistad sigue casi indisoluble como ciertas actitudes de algunos, como las que tiene Lucho (Francisco López), que todavía ve la posibilidad de surgir socialmente, por lo que se reinserta en el Marrón Glacé. Parte de los nuevos aprendices lo componen universitarios que se costean sus estudios, mientras aprenden de forma estructurada pero divertida cómo funciona el mundo de los garzones. Entre los novatos están Franco (Felipe Viel), estudiante de agronomía, Pola (Claudia Conserva), que quiere dedicarse al diseño, Blas (Cristián de la Fuente), un posible nuevo periodista, y Gladys (Francisca Hernández) y Eugenia (Mariela Acevedo) de Diseño y Vestuario. Amores y rivalidades surgirán en este núcleo juvenil que su competencia por ser el mejor garzón de la propiedad de doña Cló, será puesto a prueba en reiteradas ocasiones, sin que olviden la importancia del buen desempeño y prestigio que tiene el salón.

El grupo de viejitas que arriendan pensiones a garzones del centro social, todavía continúan con mucha vitalidad y metiéndose en una que otra aventura. Doña Bea (Malú Gatica), Lina (Silvia Piñeiro), Miguelina (Cora Díaz), a las que se suma, doña Ekaterina (Ana González), formarán este cuarteto de "Años dorados", que serán el complemento perfecto y el apoyo necesario para los trabajadores del tan destacado Marrón Glacé, que todavía las fía a escondidas. Otros regresos marcan a la historia, como el de Gina (Paula Sharim), que después de haber tenido a su hija, a la que bautizó como "Vanessita", ha vuelto a vivir con su hermano Néstor, y se niega a revelar la paternidad de su pequeña. A la muchacha los sentimientos por Lucho volverán a florecerle, pero se decepcionará por su actitud intacta llena de arribismo y de esas ganas insaciables de querer subir socialmente a como de lugar, más ahora que el hombre parece interesarle Pola, o jugar con ella. Pierre La Font tiene competencia y dura: se trata de nada menos que de Ciro Chaquib (Boris Quercia), famoso chef al igual que él, que se encargó de sustituirlo mientras realizaba el curso en Francia, viéndose ambos obligados a compartir la cocina del Marrón Glacé e iniciar una disputa entre cuchillos, sartenes y sabores, por el ego, el prestigio y la excelencia culinaria. Otros de los postres que servirá Ciro aparte que a los clientes, serán a dos féminas que lo traerán vuelto loco, ya que cada uno cuenta con su encanto, como Selva (Marcela Osorio), la sensual y nueva asistente de doña Cló y Maira (Paola Camaggi), bella vendedora de cosméticos que sabrá ponerle una pizca de sazón a la apacible vida de este cocinero seductor. Así como hay relaciones que se arman hay otras que se separan debido al desgaste del tiempo, como es el caso de Néstor y Érica (Esperanza Silva), que pese a sostener un romance que consideraban clandestino, aunque con el conocimiento de todos, y por muchos años, las personalidades opuestas de los dos sacaron a flote lo peor que tienen y los separó. Por lo que Érica buscando a un hombre que la comprenda, conocerá al distinguido ejecutivo español de los seminarios de Marrón Glacé, Osvaldo Puig (Selim Pimpka), que la hará ir por nuevas experiencias, haciéndola sentir nuevamente esa vitalidad por nuevas ambiciones y metas que cumplir, que con Néstor no estaba logrando.

El cuarteto central que conforman Vania, Octavio, Margot y Marco, sumará una nueva integrante, la rica y manipuladora Rosita Monarde (Paulina Urrutia), que se convertirá en la nueva administradora del Marrón Glacé y que verá en el actual novio de Vania, un trofeo a quien todo su dinero es capaz de comprar. La chica pondrá mano dura y como meta la perfección, entre los garzones y los servicios que ofrece el cotizado salón de eventos de doña Cló. La dueña del Marrón Glacé también pasará a vivir su propia historia de encuentros y desencuentros en compañía de su hermana, la chispeante Leonor (Gabriela Hernández), ahora viuda y con una hija estudiando en el extranjero y el otro un adolescente incorregible, al ver trastocados su mundo ante las atenciones y galantería que les ofrece, el empresario Amador (Tomás Vidiella), padre de Rosita, que será capaz de incluir a estas hermanas en la misma situación en la que años atrás estuvieron las hijas de Cló por el amor de un hombre.

Marrón Glacé, el regreso es un exquisito plato sofisticado, preparado con los más frescos nuevos personajes, sazonado con las nuevas historias de los más clásicos y grandes actores, y acompañado por la mezcla exquisita de amores, venganzas, desencuentros, mentiras y humor, que usted comensal, no se arrepentirá de degustar a provecho.

Elenco

Y los niños:

  • María José Ruiz-Tagle como
  • Nathalie Migliorelli como
  • Matías Levy como

Curiosidades

  • Retransmitida entre abril y agosto 2000, en el horario del mediodía.
  • Para tratar de igualar el éxito cosechado con Marrón Glacé en 1993, se relanzaron la edición limitada de helados Savory: los bombones helados Chomp 'Marrón Glacé', que consistían en helados sabor castaña, rellenos con jarabe del mismo sabor. Todo esto bañado en cobertura de chocolate.
  • Hubo muchos actores de Marrón Glacé que no participaron en esta secuela, entre las ausencias más notorias estaban: Carolina Arregui, Álvaro Rudolphy, Luis Alarcón, Claudia Burr y Sergio Hernández. La primera fue despedida de Canal 13 finalizada las grabaciones de la teleserie en 1993. Y los otros cuatro, en esa época habían firmado contrato con Televisión Nacional de Chile y formaban parte del elenco de la teleserie Sucupira, telenovela que ganaba en rating a Marrón Glacé, el regreso.
  • Las justificaciones que se dieron en la historia para explicar la ausencia de los cinco personajes fueron las siguientes: Kostias y Vanessa se habían ido a vivir a Grecia; Waldo emigró a trabajar en la competencia de Marrón Glacé; Andrea se fue a estudiar al extranjero; Hernán murió años atrás, atragantado.
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